Como nos indica el Objetivo-5 de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, es necesario eliminar la brecha de género también en el ámbito de la prevención de riesgos laborales, ya que las desigualdades pueden afectar a la salud y seguridad de forma diferente para mujeres y hombres.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, en Unión de Mutuas queremos abordar la brecha de género existente en el mundo laboral y en la prevención de riesgos laborales, ya que si somos conscientes de las desigualdades existentes podemos proteger de manera eficaz a la mujer trabajadora.
La salud de las mujeres es diferente, entre otros, por factores biológicos (anatómicos, metabólicos y hormonales) y sociales (condiciones de trabajo del mercado laboral, dificultad de conciliar vida laboral y personal al llevar el peso de la carga del trabajo doméstico y los cuidados a las personas del entorno familiar). Por otro lado, si analizamos el mercado laboral, vemos que la ocupación de la mujer se concentra en los llamados trabajos feminizados (sanitarios o sociosanitarios, educativos, de hostelería, comercio, etc.), que se caracterizan por sus riesgos ergonómicos y psicosociales, produciendo consecuencias negativas en la salud con efectos que aparecen a largo plazo y que son de etiología multicausal, ya que combinan diversos factores de riesgo laboral, y también extralaboral (como, por ejemplo, la doble presencia), para generar el daño.
Pero no solo existen desigualdades en la exposición a los riesgos laborales, sino también en las condiciones laborales de las mujeres trabajadoras. La existencia de una brecha salarial, la falta de mujeres en lugares de responsabilidad, la dificultad en promocionarse, la violencia sexual en el entorno de trabajo, la contratación laboral por jornadas reducidas o temporales, etc. influyen en el incremento de esta desigualdad.
Por todo ello, si combinamos los factores biológicos, sociales y de condiciones laborales, resulta evidente que es necesario realizar una integración de la perspectiva de género con un enfoque transversal en la prevención de riesgos laborales, poniendo el foco en la revisión del marco normativo, la realización las evaluaciones de riesgos, la elaboración de medidas preventivas, la vigilancia de la salud y la sensibilización a todos los niveles.
Algunos ejemplos de acciones que pueden implementarse en las empresas, para conseguir esta integración de la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales, son:
- Reflejar en las evaluaciones de riesgos la perspectiva de género, incluyendo, en caso necesario, el acoso sexual.
- Planificar las medidas preventivas a adoptar teniendo en cuenta a las trabajadoras y los trabajadores.
- Disponer de protocolos de actuación ante violencia de género o por razones de sexo, disponiendo de espacios seguros en aquellos trabajos con mayor probabilidad de situación de acoso.
- Sensibilizar a todas las personas trabajadoras.
- Crear estrategias de conciliación para mujeres y hombres, teniendo en cuenta la doble presencia.
- Adaptar los equipos de protección individual y la ropa de trabajo a la mujer.
- Revisar los puestos de trabajo y comprobar los que necesitan adaptación, especialmente ergonómica, según persona o sexo.
- Realizar una vigilancia de la salud acorde al género de la persona evaluada.
Desde Unión de Mutuas creemos que la integración de la perspectiva de género en el ámbito de la prevención de riesgos laborales es posible y continuaremos trabajando para conseguirla.