Las catástrofes, como la reciente DANA de Valencia, ponen de relieve el impacto que estos desastres y emergencias complejas tienen sobre la salud mental. Este tipo de eventos traumáticos se relacionan con una serie de emociones como el miedo, la incredulidad, el dolor, la rabia, ira, ansiedad, tristeza o desesperanza. Son reacciones normales que hay que aceptar como humanas y naturales y que hay que expresar, compartir y afrontar de la manera más equilibrada posible.
Aunque la mayoría de las personas que confronta una catástrofe experimenta gran malestar emocional, estas respuestas suelen ser reacciones normales ante una situación anormalmente abrumadora, por lo que no hay que calificarlas como patologías y entender que tienden a recuperarse espontáneamente en el curso de algunos días y semanas.
No obstante estas recomendaciones pueden ayudarte a manejar la experiencia emocional:
–Establece una rutina diaria, manteniendo, en la medida de lo posible, unos horarios regulares de tiempo de descanso, de vigilia-sueño, de alimentación. Mantener el ciclo biológico ofrece estabilidad especialmente importante en los momentos de estrés.
–Valida tus emociones y las de quienes te rodean. No todo el mundo reacciona y se expresa emocionalmente igual ante la misma situación o evento traumático. Recuerda que cada reacción es válida, el cuerpo y la mente están respondiendo a una situación extraordinaria. Permite que los que te rodean expresen sus emociones, validando sus sentimientos y miedos, como la liberación del llanto o rabia contenidos.
–Apóyate en la red familiar y social. Contar con una buena red de apoyo ayuda a reducir el aislamiento. Promueve la comunicación, las relaciones con familiares, amistades y vecinos. Todo ello genera sentido de pertenencia y seguridad. Busca espacios de desahogo en equipos y redes de apoyo profesional.
–Protégete de la sobre exposición informativa y la sobre exposición digital. Mantente informado de fuentes fiables y entidades oficiales sobre asistencia y recursos que te ayuden ti, a tus familiares, que atiendan tus necesidades relacionadas con la catástrofe. Igualmente, procura un tiempo de desconexión digital, a redes sociales, o watsapp.
–Fortalece la resiliencia. Mantén un rol activo, ofrece tu apoyo, tu esfuerzo y ayuda. Sé parte de la recuperación. Afianza emociones positivas como la compasión y la gratitud. Estas emociones contribuyen a las habilidades de afrontamiento, reducen la respuesta de estrés y apoyan el bienestar emocional.
Qué es la resilencia?
Cuando llega la adversidad, hay personas que se dejan abatir y sucumben ante los obstáculos pero otras luchan y salen fortalecidas de la experiencia, se convierten en personas resilientes. Estos son los componentes fundamentales de la persona resiliente:
–Sentido del Compromiso. Se reconoce a sí misma como persona capaz, valiosa para lograr las metas y propósitos existenciales que se proponga. Se implica en las esferas familiares y sociales, propiciando el bienestar propio y el de los otros. Tiene un sentimiento de comunidad. Desarrolla una disposición a ayudar a los demás y también a recibir apoyo cuando lo necesita.
–Sensación de Control sobre los acontecimientos. No se da por derrotada antes de tiempo. Piensa y actúa con la convicción de que ni la casualidad ni los demás son quienes deciden o pautan el curso de los acontecimientos. Asume la propia responsabilidad al sentirse capaz de cambiar el curso de los acontecimientos en dirección a sus metas y propósitos.
–Apertura a los Cambios en la vida. Asume el cambio y no la estabilidad como lo que caracteriza a la existencia humana. Ve la vida como un reto, ante los inconvenientes y disyuntivas de cambio ve una constante oportunidad de crecimiento y mejora, más que un peligro o amenaza.
En definitiva, la resiliencia es aquella cualidad de las personas para resistir y rehacerse ante situaciones traumáticas o de pérdida. Son capaces de mantener cierto equilibrio en medio de la tormenta. Sufren, pero logran mantener un rendimiento relativamente estable en su vida cotidiana. Encuentran en ellas mismas, en las relaciones interpersonales y en los contextos en los que se desenvuelven la fuerza necesaria para superar la adversidad y salir fortalecidas de ella.
Pero, no todas las personas reaccionamos de la misma forma. Si te sientes desbordada o desbordado recuerda: es importante pedir ayuda psicológica, acude a los profesionales.
Puedes descargarte más información en Recursos y Servicios de Atención Psicológica de la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana pautas psicológicas y en el Colegio Oficial de Psicólogos-CV.